Yo confieso que este trimestre he disfrutado con los alumnos de 3º de Cultura Clásica.
No son un grupo especialmente bueno académicamente (eso dicen los resultados) ni tampoco con un comportamiento ejemplar (eso dijeron en las evaluaciones) pero no solo no puedo quejarme de ellos sino que hemos conseguido aprender juntos muchas cosas y disfrutar haciéndolo.
Quizá sea por los nuevos espacios que usamos. Ser independientes, no molestar a clases vecinas, tener un patio para nosotros solos, organizarnos a nuestro aire... solo puede dar buenos resultados.
Quizá sea porque solo nos vemos una vez a la semana, dos horas seguidas. No lo hemos pedido nosotros, nos llegó de rebote por una solicitud del departamento de Física y Química, pero nos hemos adaptado perfectamente. A veces suena la segunda música y ni nos enteramos.
Quizá sea porque la materia es fantástica. ¿A quién no le gusta aprender mitología, la vida en la antigüedad, los orígenes de nuestra civilización?
Quizá sea por el lujo que es visitar todos los años la Saguntina Domus Baebia, donde las palabras Ludere et discere dan nombre a su trabajo. Aprendemos más en una mañana que en tres meses de clase.
O quizá sea, como dice un buen amigo, porque soy una idealista.
De cualquier modo, esta es mi evaluación de este primer trimestre con los alumnos de 3º: hemos empezado a recorrer juntos un fascinante camino, en el que hay algunas cosas que mejorar pero muchas más para disfrutar. Sigamos así.