Pensamientos

martes, 24 de junio de 2014

Cerrando el curso en Griego I

Ya están más cerca las vacaciones, para algunos más que para otros. Es momento de ir despidiéndose con las reflexiones de final de curso.

Empezamos con Griego I. Ha sido un curso muy interesante, especialmente porque empezaron veinticuatro alumnos (uno se dio de baja en el segundo trimestre) y una no está acostumbrada a ver la clase llena de miradas expectantes. Ha sido muy gratificante pero hemos precisado reconducir en más de una ocasión la situación, armarse de paciencia en alguna otra y disfrutar de tanto aprendiz con ganas de saber más la mayor parte del tiempo.

Además de numeroso el grupo era muy hablador. Hemos intentado aprovechar esta circunstancia como una oportunidad para la participación, aunque no siempre hemos conseguido que todos puedan intervenir con la misma frecuencia. Aunque todos tomaban la palabra al menos un par de veces en clase, se hacía difícil llevar el seguimiento individual de las lecturas y en la expresión oral. Por eso una de las medidas que tomamos en el segundo trimestre fue seguir la evolución a través de archivos de audio, bien en soundcloud, bien en youtube. De este modo los estudiantes han podido observar sus progresos, escuchando sus trabajos anteriores.

Otra circunstancia destacable como muy positiva de este curso ha sido contar con un aula propia, que hemos distribuido de diversas maneras según la actividad que realizáramos. No ha sido siempre fácil que todos estuviéramos cómodos. Nuestra οἰκία tiene forma triangular y lo de encajar muchas mesas no es posible. Pero creo que al final logramos un acuerdo, entre mi manía de que nos veamos las caras para trabajar y la petición de los alumnos de ponerse en fila (aunque parezca increíble, a eso llegamos, a que pidieran poder estar en filas como en el resto de las clases). Espero que para el curso próximo arreglemos algunos detalles que nos han quedado pendientes, como esas cortinas que hemos echado de menos a primeras horas.

Sobre el contenido curricular hemos alcanzado los objetivos que nos planteamos a principio de curso, esto es, iniciarnos en el estudio de la lengua griega y acercarnos a su cultura. Los estudiantes que ahora han terminado Griego I son capaces de construir frases en griego antiguo, de comprender textos sencillos sin el apoyo del diccionario, de reconocer las raíces griegas en palabras de lenguas modernas, saben leer y expresarse tanto oralmente como por escrito... Aunque no conocen el sistema verbal completo, ni han oído hablar de verbos polirrizos, ni saben analizar sintácticamente un participio (aunque lo entiendan en contexto). Lo siento por ellos, se han encontrado con una profesora cada vez menos gramaticalista. Les pido perdón si lo que esperaban o necesitaban eran unas clases de refuerzo de castellano en morfología o sintaxis, o que les llenara la cabeza con esquemas analíticos que nos distancian de la lengua y nos acercan a las ciencias exactas (por su abstracción). Quizá en otro tiempo, en otro lugar.

A pesar de todo mi valoración es muy positiva. Hemos disfrutado aprendiendo, quizá yo más que ellos. Ha sido un reto llegar a final de curso con una clase tan viva, tan espontánea, tan ilusionada. Muchas gracias, μαθηταί, por este curso tan especial. Nos seguimos viendo después del verano.


1 comentario:

Luis Inclán García-Robés dijo...

Ana: no creo que ellos sientan lo que pareces 'lamentar'. Ellos y tú sabéis que habéis hecho lo mejor que se podía hacer. Ahora, a disfrutar de unas vacaciones bien merecidas! Saludos cordiales!