Los más veteranos en este espacio quizá se acuerden de Juanjo. Cuando empezaron las clases de Referentes allá por el 2006, se encontraba de intercambio en Canadá. Estaba matriculado en el itinerario científico pero había elegido Referentes porque no quería abandonar del todo las humanidades. Un chaval con inquietudes muy variadas que había optado por pasar el primer trimestre de 2º de bachillerato en otro país practicando inglés.
Sus compañeros de Benicàssim le contaron que en la optativa estábamos usando un blog de aula y no tardó en pedirme permiso para empezar a colaborar desde Canadá, aunque todavía no habíamos podido conocernos en persona ni sabía exactamente en qué consistía esa materia con nombre larguísimo. Por correo nos pusimos al día y en su primer artículo en el blog (referenciado en prensa) nos hablaba de una cadena de reparación de automóviles que usaba nombre clásico. Aprendimos mucho con él, de cine, de publicidad, de música, participamos en los Ludi, recibimos premios. Un curso memorable.
Han pasado cuatro años. Terminó el bachillerato, pasó selectividad, está en Valencia, cursa Teleco... imagino que la vida le habrá llevado por vivencias muy diversas. Es fácil de imaginar mi emoción y la de los otros compañeros de blog (Esther e Isra) al leer un nuevo artículo suyo. El virus de Referentes continúa allí a pesar del tiempo transcurrido.
Hoy no hubiera podido escoger la optativa porque nuestra Conselleria decidió que solamente se ofertara en el bachillerato humanístico, privando a los alumnos de ciencias de conocer y estudiar sus raíces clásicas. Juanjo es una prueba de que esa formación es importante, que le ha enriquecido y le permite mirar más allá de lo aparente, descubriendo nuestra herencia clásica incluso en ambientes muy alejados aparentemente de lo griego y romano. Es una lástima que hoy se opte por separar de forma tan drástica a los científicos de los humanistas, como si no pudieran contagiarse unos de otros del mismo espíritu de investigación, como si conocer (reconocer) nuestro pasado clásico fuera una cuestión exclusiva de los alumnos de letras. No entiendo el interés en privar a nuestros jóvenes de una formación completa. Siempre preferiré un tecnólogo que conozca la etimología de Ethernet, que le llame la atención el término y se preocupe por buscar su origen, a uno que ni siquiera se plantee esa cuestión. Siempre preferiré a un joven que se pregunte por el origen de las cosas a uno que se conforme con lo que hay y lo acepte sin más. ¿No era eso lo de desarrollar el espíritu crítico? Debo estar confundiéndome de legislación educativa.
Leer de nuevo a Juanjo me ha traído recuerdos entrañables de los buenos ratos pasados. Lo que hacemos en las aulas deja huella y nos acompaña para toda la vida, aunque algunos se acuerden más que otros. Es un privilegio poder disfrutar de estudiantes como él; es una fortuna estar ahí para ser testigos de su evolución viendo siempre el vaso medio lleno.
Juanjo no solo nos ha regalado un artículo de Referentes, sus palabras nos dicen mucho más que eso: que lo que aprendió le sigue sirviendo, que se acuerda de nosotros, que lo humanístico y lo científico son complementarios, que lo clásico está en todas partes, que la formación es algo más que el curriculum y los exámenes, que la red es un buen espacio para compartir conocimientos más allá del espacio y del tiempo.
Muchas gracias por todo eso, Juanjo.
8 comentarios:
¡Vaya emoción! Entiendo lo que debes haber sentido, y es una prueba de lo importante que es mantener proyectos así abiertos en el tiempo. Lo que comentas de la legislación es evidente, les paso siempre a mis alumnos un texto de Savater, ¿Qué son las humanidades? que clama justamente contra esa falsa separación. Espero que sigas siendo la profesora que marca a sus alumnos como para que sigan aportando tantos años después.
Mis felicitaciones para ti, Ana: "culpable máxima" de la huella que dejas en todos tus alumnos. Bravo por Juanjo que no olvida sus orígenes...
¡Genial el artículo y lo que cuentas, Ana! Cosas así reconfortan y animan una barbaridad. ¿Y no habrá nadie -con poder. claro- que se atreva a poner coto a la persecución a todo lo que huela a humanidades?
Gracias por esa dosis de esperanza.
Me imagino el orgullo, la satisfacción y la ilusión que has sentido. Es así, realmente, como tú lo escribes y lo expresas. Esperemos que Juanjo siga ofrenciéndonos su visión de la cultura clásica desde sus estudios o, ¿por qué no?, desde su carrera profesional. Un fuerte abrazo.
P.D.: Te echamos de menos este fin de semana. Te enviaré a tu correo unos enlaces interesantes.
Hola a tod@s!
Ana me ha enviado el link, y la verdad que su post me ha emocionado mucho. Igual que pulular por el blog durante un rato viendo los pots de nuestra generación, muchos recuerdos (ha llovido mucho desde entonces...).
No estoy nada al tanto de reformas académicas a nivel de instituto, y la verdad es que me ha defraudado mucho que Referentes quede vetada a las letras.Un craso error, ya que como le he dicho por privado a Ana, es la asignatura que, personalmente, más me marcó en bachillerato.
No quiero despedirme sin felicitaros, ya que a parte de enseñar cultura clásica, la propuesta de Referentes me apasiona porque también transmite un uso adecuado de Internet, vamos que aunáis pasado y futuro, y eso creo que nadie lo consigue en otros ámbitos de la docencia.
A ver cuándo saco un rato y escribo algo más, que disfruté como un niño por ahí con 20 pestañas de wikis ;).
Un abrazo!
¡Qué bonito es que nuestros alumnos se acuerden de nosotros! Y si encima se acuerdan de la manera que lo ha hecho Juanjo (que también fue alumno mío, un alumno excelente, por cierto, allá cuando cursaba segundo de la ESO) es que se te ensancha el corazón, y el ánimo. Pero hay que reconocer que tú, Ana, eres la principal responsable de que estos alumnos sigan unidos emocionalmente al IES "Violant de Casalduch". Por eso, desde aquí, te animo a que sigas así, que sigas repartiendo sonrisas llenas de sabiduría clásica, que tus alumnos te lo agradecrán... y tus compañeros/as...
Un beso.
Enhorabuena a Juanjo, y sobre todo a su profe. Cada uno tiene los alumnos que se merece. Que suerte tienen tus alumnos por aprender con tanta motivación e ilusión(es contagiosa...casi me considero tu alumna "adoptiva")
¡Enhorabuena a Juanjo y a ti!, alumnos como él y profesoras como tú es lo que necesita el mundo.
Un abrazo, Montse
Publicar un comentario