Entre las perlas que nos regaló la VI Jornada de Cultura Clásica es necesario destacar la conferencia de clausura a cargo de Luigi Miraglia.
He tenido la fortuna de poder escucharlo en varias ocasiones (en Guadix, en Priego, el año pasado en Sagunto). A pesar de ello, siempre me resulta fascinante comprobar que el latín aprendido hace muchos, muchos años, permanece todavía pasivo en la recámara de mi memoria. Hace tiempo que no doy clases de latín, así que son contadísimas las ocasiones en las que puedo poner a prueba mis recuerdos.
Este año esperaba la intervención de Miraglia con más ganas pues el tema no era el método de Orberg, cuya utilidad poco a poco van descubriendo muchos más compañeros, sino el método para griego antiguo Athenaze.
Desgraciadamente en nuestro país ese método está en manos de la editorial Oxford, que tiene publicada una versión en la que además de no preservar el formato que encontramos en la versión inglesa o italiana, ha tenido la mala ocurrencia de suprimir parte del texto original, con lo que se producen algunos saltos en la progresión gramatical o de vocabulario difíciles de comprender. Un ejemplo simple: la declinación en alfa aparece en el tema 5 de Oxford; sin previo aviso los estudiantes se encuentran con unas mujeres en la fuente y muchas palabras con terminaciones que nunca han visto. En el texto original hay un capítulo intermedio en el que se introducen algunas palabras en alfa pura con las que no es difícil trazar paralelismos y relacionarlas con la ya conocida flexión temática. De ese modo, la introducción de una nueva declinación no es tan brusca y carente de sentido.
Para los que no pudieron estar en la conferencia (Roderice, va por ti), quizá les apetezca escuchar a Miraglia explicando el argumento del método, o dando algunas pistas metodológicas y tipos de ejercicios.
He tenido la fortuna de poder escucharlo en varias ocasiones (en Guadix, en Priego, el año pasado en Sagunto). A pesar de ello, siempre me resulta fascinante comprobar que el latín aprendido hace muchos, muchos años, permanece todavía pasivo en la recámara de mi memoria. Hace tiempo que no doy clases de latín, así que son contadísimas las ocasiones en las que puedo poner a prueba mis recuerdos.
Este año esperaba la intervención de Miraglia con más ganas pues el tema no era el método de Orberg, cuya utilidad poco a poco van descubriendo muchos más compañeros, sino el método para griego antiguo Athenaze.
Desgraciadamente en nuestro país ese método está en manos de la editorial Oxford, que tiene publicada una versión en la que además de no preservar el formato que encontramos en la versión inglesa o italiana, ha tenido la mala ocurrencia de suprimir parte del texto original, con lo que se producen algunos saltos en la progresión gramatical o de vocabulario difíciles de comprender. Un ejemplo simple: la declinación en alfa aparece en el tema 5 de Oxford; sin previo aviso los estudiantes se encuentran con unas mujeres en la fuente y muchas palabras con terminaciones que nunca han visto. En el texto original hay un capítulo intermedio en el que se introducen algunas palabras en alfa pura con las que no es difícil trazar paralelismos y relacionarlas con la ya conocida flexión temática. De ese modo, la introducción de una nueva declinación no es tan brusca y carente de sentido.
Para los que no pudieron estar en la conferencia (Roderice, va por ti), quizá les apetezca escuchar a Miraglia explicando el argumento del método, o dando algunas pistas metodológicas y tipos de ejercicios.
Para los que ya estén trabajando el método es imprescindible tomar nota de la wiki de recursos que están completando Ángel L. Gallego, Santi Carbonell y Manolo Garrido, entre otros. Es un proyecto con futuro que puede y debe ser apoyado por muchos más.
Si llega el pesimismo sobre la enseñanza del griego, sólo tengo que recordar las palabras de Miraglia con ecos electoralistas: οὐκ ἐστι χαλεπόν, δυνάμεθα
12 comentarios:
Oportebat adesse... :)
Ana,
me alegro de que fuera tan bien la intervención de Miraglia (era de suponer, por otro lado). Me quedo, para las horas bajas -propias o ajenas- con lo de οὐκ ἐστι χαλεπόν, δυνάμεθα. Habría que decírselo a mucha gente (y no solo alumnos...).
Saludos.
Ana,
Miraglia estuvo genial, no lo discuto, y algún que otro perdió prendas interiores al escucharlo, pero por lo que ya no paso es por que nos convirtamos en histriones, bastante tengo con Shin-Chan para encima escenificarlo: ¡culito-culito!
Sinceramente, no me veo.
Jo no tinc temps de fer el mètode. Hi ha molts textos, certament molt repetitius, etc. però no dóna temps amb el minibatxillerat que tenim.
Pero entonces la iota subscrita, es algo que aparece o que desaparece; algo que se alza o se cae;
Las niñas tienen iota subscrita o sólo los niños.
Un post conveniente, Ana. Es el momento de abrir también el debate sobre la didáctica del griego, a raíz de la incipiente revolución orbergiana, y aprovechando que Hermes también se preocupa por nosotros. A ver si más gente se anima a compartir materiales y experiencias en Chiron o en la abierta por Jerry.
No se trata, Isra, de perder la compostura, sino de hacer las clases vivas, prácticas, dinamizarlas usando la lengua. El grado de histrionismo dependerá del sentido del ridículo de cada profe. Yo lo perdí cuando hice un cursillo de lenguaje de signos.
La gestualización es imprescindible en cualquier clase de lengua. Éso y los juegos, vale a decir trenecitos del infinitivo, por ejemplo.
Cualquier cosa menos dar clases sentados desde el pupitre, reducir nuestra labor a explicar la tediosa gramática, unos truquillos, como apuntaba Xurxo para que pasen el selectivo, y a traducir diez frases descontextualizadas del aoristo atemático y otras diez del temático.
A eso sí da tiempo, claro, Ramón.
La competencia lingüística se adquiere con la práctica y requiere tiempo. Pero los especialistas de las PAU son filólogos, no pedagogos. Ahí está el problema, oi LLuís?
Diste en el clavo, Iaenus. Las iotas subscritas, como tantas otros signos tienen un simple valor histórico. Como el espíritu áspero, tampoco se pronunciaban. Por eso, el griego de Miraglia está muy bien en el papel.
Con todo, el método sirve para motivar al alumnado, al tiempo que aprende griego, mucho y rápido.
Yes, we can.
Dos cosas (totalmente diferentes). Claro que hay que hacer una reflexión sobre la didáctica del griego, las distintas posibilidades... pero habría que hacer una reflexión sobre la didáctica en general. Nosotros lo intentamos, pero el mar se nos viene encima. Hay una prueba de acceso a la Universidad ¿es bendición o venganza? No lo sé.
Segunda cuestión: ¿alguien me puede pasar un modelo de autorización para poder poner las fotos de mis chicos en la web? Gracias por adelantado, seguro que hay un alma caritativa......... B7SSSSSs
Gracias por vuestras palabras, compañeros, o como debería decir para que no se me molesten en otros lugares: gratias plurimas vobis ago! ;-)
Después de leeros, se me ocurren algunas reflexiones.
Estoy absolutamente de acuerdo con Carmen, el debate es del sistema, no solamente del griego.
Cada uno tenemos nuestra propia experiencia que se va construyendo con los años: hay cosas que nos sirven a unos sí y a otros no, por eso lo de generalizar no lo veo nada claro. Por supuesto pienso que hay que estar receptivo a otros modos de dar las clases de griego, a aprender durante toda la vida, pero lo que puede irme bien con unos alumnos, puede ser un desastre el siguiente año, así que creo que no existe el método perfecto, no puede existir si trabajamos con personas.
Athenaze es un buen método, pero también hay que sacarle el jugo adecuado, y por supuesto, no es perfecto. Mi reflexión en el post es por el problema de intentar adaptar lo ajeno, sin respetar el modelo original y la idea con la que fue creado. Pero eso pasa con cualquier actividad ajena que se toma prestada, puede resultar mucho mejor que la original o ser un verdadero desperdicio. Creo que en este caso, se ha perdido la oportunidad de publicarlo en condiciones por el afán de adaptarlo al sistema educativo español, con dos años de griego en el mejor de los casos.
Pienso que la labor de cada docente es conocer sus propias posibilidades e intentar descubrir las de sus alumnos para llegar a ese punto intermedio en el que unos disfruten aprendiendo y otros enseñando, pues al final se trata de un camino común en el que todos aprendemos. Pero es complicado y requiere un esfuerzo que no podemos esperar que nadie agradezca, pues su recompensa va implícita.
Creo que no tiene nada que ver con el sentido del ridículo, ni con dar dinamismo a unas clases que por definición ya lo tienen. No creo que se vaya a aprender más griego subiéndose encima de la mesa. Incluso es posible que si no es tu estilo, provoque más risas y burlas por parte de los estudiantes que interés por la materia, es decir, puede ser mucho más perjudicial que beneficioso. Cada uno sabemos nuestros límites y con lo que nos sentimos a gusto. No creo que sea malo dar una clase sentado si ese es el estilo del profesor. No tiene nada que ver con moverse más o menos por la clase, sino de transmitir y conseguir contagiar la admiración por la lengua. Veo perfectamente posible hacerlo sentado, si el carisma del docente es suficiente.
En el caso de Isra, estoy convencida de que aunque se reconozca incapaz, es mucho más histriónico que yo, aparte de contar con una genialidad e imaginación imposible de superar. Seguro que es capaz de dar una clase sentado y conseguir que todos sus alumnos aprendan el alfabeto. A propósito de eso, lo de la iota suscrita es una broma privada que se ha malinterpretado, cosas que pasan en estos espacios comunes de diálogo.
Carmen, a ver si te sirve este modelo o este otro
Perdonad el rollo que os he metido, es más largo que alguno de mis posts, que ya es decir.
Creo que el cambio didáctico en griego ha de llegar pronto, pero lamentablemente, hasta que no se jubilen los filólogos, será imposible. No puedes cambiar de una clase donde prima el aprendizaje de las habilidades lingüísticas a traducir un discurso literario y complicado...
En estos días de clase de Griego Moderno con Santi, me estoy planteando dos cosas, o cambiar el año que viene, o no coger griego. No sé hasta qué punto podría utilizar métodos de lengua moderna en el griego clásico. Sí, la pronunciación, el aprendizaje de vocabulario, etc. etc., pero después, debo enseñar algo de gramática si ellos quieren interpretar Homero, Lisias, Jenofonte o una fábula de Esopo.
Al enseñar una lengua como viva, y desarrollar las habilidades lingüísticas, ellos aprenden instintivamente gramática, pero no a interpretar textos literarios como son los que tenemos del griego clásico.
Abusar de una metodología novedosa, sería directamente enseñar un quasi griego moderno, y para eso, les enseñaría el moderno directamente, que quizá les resultaría incluso más útil.
Perdonad mi divagación nada clara y muy farragosa. La conclusión es que SÍ, hemos de rebatir la didáctica del griego clásico, ahora, las conclusiones son difíciles de sacar. Son muchos factores los que se han de tener en cuenta.
Perdonadme, pero no soy CRISTINA, soy Javi, es lo que tiene dar de alta a los alumnos en GMAIL, porque no saben, grrr.
Y como dice la jota: ahí va la despedida...
Bien, voy a hablar algo de mi experiencia. Ya en la facultatd alguien nos mostró un método algo raro y extraño ¡sólo en griego!. Era el Reading Greek. Y en eso se quedó: sólo nos lo mostraron. Por esa misma épocA, el profesor Josep Alsina se tiraba de los pocos cabellos que le quedaban al ver que alumnos de quinto de griego continuábamos con nuestro diccionario ( que seguramente lo compramos en tercero de BUP) " en Oxford, los alumnos llegan a la facultatd hablando griego, no necesitan diccionario hacen auténtica filologia" decia.
Siempre crei que mi falta de vocalulario, de estuctura sintáctica, de conocimiento de lengua se debía a mi innata vagancia. Pues va a ser que no. Vale, sí, algo gandula soy, pero ¿cómo querían que aprendiera griego clásico si me daban una lista de declinaciones a memorizar? Mis hijos no han aprendido a hablar diciendo: casa: femenino singular, a pero si tengo dos debo añadir una s...Jose el pequeño todavía tiene problemas con los irregulares, ay el ponieron, y yo como madre o filóloga no le hago aprender el verbo de memoria encuadrado en una lista, sino que le digo : Jose, pusieron, pusieron.
Y es aquí donde quiero llegar.
ATHENAZE es un buen método, pero no es una panacea. Es largo, repetitivo, es ocasiones tedioso ( aunque los alumnos siempre quieren saber que le va a pasar a Filipos) Pero enseña griego, no listas de declinaciones...los textos no se deben traducir, sino entender ( la traducción es un paso más) Y no hace falta hacer teatro para aplicarlo...eso dependerá de cada uno.
Ramon: argumentar que tenemos un minibachillerato para rehuir de cualquier método activo, me suena a excusa barata. Los métodos tradicionales son muchos más cómodos de enseñar pero ¿ realmente es inprescindible que el alumno se aprenda de memoria el participio de perfecto de los verbos atemáticos? ¿ es vital? o ¿es mejor que los alumnos vean que eso que le estamos enseñando es una lengua que se hablaba y que ha evolucionado hasta el día de hoy?
Ahora mismo estoy recordando que en mis primeras clases de ruso ( lengua flexiva) no me pusieron cuadritos con las declinaciones,ni me enseñaron con frases sueltas sin conexión alguna. Me hicieron hablar y hablar utilizando los diferentes casos de manera adecuada.
Ya sabéis algunos de vosotros que por estas tierras estamos intentando hacer alguna cosa novedosa que nos ayude. No tengo ni idea si llegaremos a buen puerto, pero os aseguro que el camino es apasionante.
Por cierto, Isra, Iaenus ha hecho que te imagine enseñándome la omega con iota suscrita...interesante :D
Como alumno universitario de Clásicas que ha sufrido y sufre determinados métodos, que le hunden sobre todo en la parte del griego (porque está tan trastornado de haberse ido a hablar latín por ahí incluso desde antes de empezar la carrera), es una sorpresa esperanzadora y un placer leer algunos comentarios... A ver si se termina de una vez de empezar a hacer algo interesante con el griego antiguo, que ya toca.
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