Novadors

Ayer estuve en Tavernes de la Valldigna con los amigos de Novadors.

Como en otras ocasiones, regresé con el convencimiento de que estas reuniones son imprescindibles, siempre interesantes y enriquecedoras.

El ambiente es difícil de describir: nos juntamos docentes de diversos niveles educativos, de varias materias, de diferentes localidades y realidades. La conversación gira desordenada en torno a la educación, a la integración de las TIC en nuestra labor docente, a la innovación educativa, a los problemas diarios de las aulas, a las últimas tendencias o lecturas en red, a proyectos y propuestas.

Es un lujo compartir ideas con personas a las que admiro como Vicent Campos, Jordi Adell, Felipe Zayas, Antoni Navarro, Gianpiero Pelegi, Pep Meneu, Vicent Grau, Paco Llorens ... (que me perdonen los que no cito, pero no se trata de una acta oficial de asistencia)

Esta vez hubo un momento histórico del que me gustaría dejar constancia: la formalización del grupo. Hemos pasado de ser movimiento a ser asociación. Hacía falta, aunque eso de revestir con requisitos legales no va con mi forma de trabajo (lo saben bien mis amigos chironianos), estoy convencida de que en este caso la decisión va a reforzar nuestra labor.

Por otra parte, fue impresionante escuchar las pasionales conversaciones entre Jordi y Felipe sobre innovación educativa y sobre el curriculum, las provocadoras afirmaciones de Paco, la sensatez y optimismo de Vicent, la visión de futuro de Gianpiero ... Me considero afortunada de haber disfrutado de esa sesión de aprendizaje colectivo.

Nos fuimos con nuestra chuleta ("nota tomada a toda prisa con las últimas cosas que hay que probar") y con la maravillosa sensación de haber aprendido mucho compartiendo ideas, además de haber disfrutado unas agradables risas y un magnífico conill amb cigales.

¿Por qué hacemos estas cosas? Porque nos lo pasamos genial.