Acta de evaluación, bachilleratos

Casi en vísperas de fiestas hemos estado de evaluaciones con los bachilleratos. Vamos con las actas.

Griego I. El primer trimestre de esta materia es un regalo. Empezamos con un reto: unos jóvenes intrépidos se enfrentan a una lengua nueva para ellos, eterna para otros, empezando por unos signos que representan sonidos y que luego forman palabras y que terminan distinto según su función y que resulta que no todas las funciones tienen la misma terminación sino que depende de palabras y que además hay más géneros que el masculino y femenino... Demasiadas novedades. Año tras año asistimos al milagro de pasar del "no voy a poder, esto es imposible" a leer textos (cuidado con los altavoces, casi parece una clase de verdad) y a entender τί ἐστι τοῦτο; y a jugar al μάλιστα ἢ οὐδαμῶς y a descubrir τί ποιοῦμεν. Hay que ser valientes. Y lo son.

Este año seguimos investigando las posibilidades del Niño Griego, ahora con un blog para profes donde anotamos lo que vamos experimentando y algunas reflexiones. Aprendemos la lengua usándola, es más lento pero nos parece que el camino es más seguro, a pesar de que todavía nos quedan muchos batacazos por evitar.

Sobre la marcha del curso no nos podemos quejar, los resultados han sido buenos (de quince alumnos solo hay un suspenso). Ojalá podamos mantener el ritmo y disfrutar como hasta ahora.

Griego II. El cuarteto de los clasicistas solo da satisfacciones, son alumnos brillantes (ahora que no me leen) y aunque hemos estado algo despistados y preocupados por muchas cosas en este inicio, estoy convencida de que los resultados serán espectaculares al final de curso. 

Después de estar con el Niño Griego el curso pasado, hemos tenido que cambiar de formato por temor a las P.A.U. La primera de las discusiones ha sido la del diccionario. Está costando (y todavía no lo hemos conseguido del todo) convencerles de que hay que aprender a usar el diccionario de papel. Para estos estudiantes 2.0 es mucho más fácil y rápido acceder a Perseus / Philologus que pasar hoja tras hoja para encontrar la misma información (o peor, todos sabemos que el diccionario con el que trabajamos es histórico y lleva a confusión en muchos casos). Quizá algún día podamos convencer a la universidad de la utilidad de estas herramientas y de otras para demostrar si se entiende un texto en griego clásico.

La segunda de las discusiones tuvo también su solución. Un día llegaron a clase hartos de frases sueltas (es lo que usamos normalmente para ponernos al día con el sistema gramática/traducción que piden en selectividad) y me pidieron cambiar el formato, así que hemos estado traduciendo la versión en griego clásico de Harry Potter. No es de extrañar que esas frases sacadas de contexto les quedaran lejanas después de haber trabajado de otro modo. El cambio ha costado, ha sido mucho más difícil de lo que esperábamos, pero como había sido petición suya no había vuelta atrás. Ha sido un buen entrenamiento para lo que nos espera en el próximo trimestre.

Referentes. Como ya comenté en su día, me ha costado digerir que iba a tener un solo alumno en esta materia. El ritmo es totalmente distinto a lo que estaba acostumbrada y nos ha obligado a trabajar de otro modo. Suya fue la iniciativa de empezar con twitter, a pesar de que durante mucho tiempo me había negado a usarlo, como saben bien algunos amigos. Usamos #referentes cada vez que encontramos algo relacionado  con nuestros temas y así poder llevar la presencia clásica a la red. Pero hay más temas pendientes, a ver si en el próximo trimestre podemos mostrar algunas de las ideas que rondan por su cabeza, porque publicar en el blog, como han hecho siempre los alumnos de Referentes, ha publicado poco.

Bienvenidas sean las vacaciones, los alumnos de bachillerato se las han ganado con creces.