Se va acabando el curso, los cursos. Es el momento de hacer recapitulación.
La semana pasada evaluamos a los alumnos de 2º de bachillerato. Este año sólo tenía alumnos de ese nivel en Referentes clásicos, una optativa que no entra en selectividad. Eso supone que no hay ningún tipo de presión externa por terminar un temario a tiempo ni un agobio especial para obtener una nota que se ajuste a un examen ajeno a la marcha del curso. (Ya lo sé, soy una privilegiada, soy muy consciente de eso)
La evaluación de estos alumnos, que no pasan exámenes a lo largo del curso, se realiza tomando como referencia los trabajos expuestos en clase, la labor en el blog, la participación en el aula. Siempre es complicado explicar que en esta materia lo que importa es lo que aprenden, no lo que demuestran haber estudiado. Cualquier momento y ocasión es buena para demostrar lo aprendido: una respuesta en clase, una buena pregunta, un comentario en el blog, o esos momentos en los que me paran en los pasillos para contarme que han encontrado un referente en una discoteca, que no saben si podrán subirlo al blog, pero que quieren explicar qué hace una imagen de Venus en el cuarto de baño de las chicas, o un frontón en una tienda de muebles, o unas columnas jónicas en la casa de un amigo.
Lo mejor de todo es que me llevo la sensación de que los alumnos realmente aprenden con esta asignatura, no sólo lo que se refiere al mundo clásico y su presencia en las manifestaciones culturales modernas (música, cine, literatura, arte, publicidad) sino que terminan con unas destrezas que no desarrollan en otras materias (competencias digitales, espíritu crítico, seguridad en las exposiciones orales).
Por supuesto no todo es maravilloso, hay algún suspenso. Son aquellos alumnos a los que no hemos podido enganchar al ritmo de la materia (utilizo el plural porque la labor es conjunta, de alumnos y profesores, todos estamos en el mismo barco aprendiendo unos de otros). Cada uno tiene un ritmo distinto y un momento personal para acceder a este tipo de contenidos. Algunas veces sólo es necesario esperar el momento adecuado para que llegue el entusiasmo (ἐν-θουσιασμός), esa posesión divina. No pierdo la esperanza, la experiencia me dice que en ocasiones son precisamente esos alumnos "descolgados" los que más te recuerdan o vuelven cuando lo necesitan.
Llevamos una semana sin clases de referentes y ya les echo de menos. Tendré que esperar al curso próximo para que desembarque la nueva remesa de sorprendidos, interesados, curiosos, expectantes jóvenes. No saben lo que les espera, aunque pueden hacerse una idea a partir de lo que ha sucedido este año o el año anterior.
La evaluación de estos alumnos, que no pasan exámenes a lo largo del curso, se realiza tomando como referencia los trabajos expuestos en clase, la labor en el blog, la participación en el aula. Siempre es complicado explicar que en esta materia lo que importa es lo que aprenden, no lo que demuestran haber estudiado. Cualquier momento y ocasión es buena para demostrar lo aprendido: una respuesta en clase, una buena pregunta, un comentario en el blog, o esos momentos en los que me paran en los pasillos para contarme que han encontrado un referente en una discoteca, que no saben si podrán subirlo al blog, pero que quieren explicar qué hace una imagen de Venus en el cuarto de baño de las chicas, o un frontón en una tienda de muebles, o unas columnas jónicas en la casa de un amigo.
Lo mejor de todo es que me llevo la sensación de que los alumnos realmente aprenden con esta asignatura, no sólo lo que se refiere al mundo clásico y su presencia en las manifestaciones culturales modernas (música, cine, literatura, arte, publicidad) sino que terminan con unas destrezas que no desarrollan en otras materias (competencias digitales, espíritu crítico, seguridad en las exposiciones orales).
Por supuesto no todo es maravilloso, hay algún suspenso. Son aquellos alumnos a los que no hemos podido enganchar al ritmo de la materia (utilizo el plural porque la labor es conjunta, de alumnos y profesores, todos estamos en el mismo barco aprendiendo unos de otros). Cada uno tiene un ritmo distinto y un momento personal para acceder a este tipo de contenidos. Algunas veces sólo es necesario esperar el momento adecuado para que llegue el entusiasmo (ἐν-θουσιασμός), esa posesión divina. No pierdo la esperanza, la experiencia me dice que en ocasiones son precisamente esos alumnos "descolgados" los que más te recuerdan o vuelven cuando lo necesitan.
Llevamos una semana sin clases de referentes y ya les echo de menos. Tendré que esperar al curso próximo para que desembarque la nueva remesa de sorprendidos, interesados, curiosos, expectantes jóvenes. No saben lo que les espera, aunque pueden hacerse una idea a partir de lo que ha sucedido este año o el año anterior.
El curso termina, los alumnos ya se marchan, pero nos seguiremos viendo en la red, seguro.
8 comentarios:
Suscribo todas tus impresiones. La alegría de acabar y la nostalgia del curso pasado, de los que se van y se quedan.
Y el vídeo, muy bueno, como siempre.
Ana: ya sabes lo que 'envidio' esa materia de Referentes. Y entiendo todas esas sensaciones que comentas porque, en una medida o en otra, nos pasan a todos.
Hasta pronto.
Luis
Ana, suscribo, palabra por palabra, las tuyas para mi materia de 2º. de Bachillerato: "La Mitología y las Artes". Todas excepto la de los suspensos. Aprobaron todos/as (éramos 21). Un abrazo.
Lo mejor de todo es que me llevo la sensación de que los alumnos realmente aprenden con esta asignatura
Y los profesores...Eso es lo mejor, lo que ellos nos pueden enseñar y ten por seguro que con tus niños yo he aprendido. Ojalá sigas manteniendo la ilusión muchos años.
Besos.
He sido profesora de griego en institutos durante 37 años. Ahora jubilada. Me ha gustado descubrir tu blog.Rememoro mis años de docencia con tus comentarios de clase.El tiempo cambia, pero los sentimientos son los mismos. Inés
Quin bon resum Ana de l'experiència docent. Al capdaball, cada alumne ha de fer el seu ITINERARI però tu els has donat noves ulleres.
Descansa!!!
Anna nos lo tienes que dedicar a tus alumnos de Griego ehh.
Que nosotros aunque probablemente seamos más desastrosos que los otros ..seguro que te queremos más jaja:D
Un beso
Sin duda has cumplido con tu acometido.
Ana, un alumno en red te saluda ;)
y te invita a que pases por mi nuevo blog: latidocerebral.blogspot.com
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