Pensamientos

martes, 10 de abril de 2007

Conversaciones y comentarios

He de confesar que soy una comentarista compulsiva. Pasé de la fase lurker a comentar casi todo lo que pasa por mi pantalla. Mis amigos chironianos saben bien de lo que hablo, pues sufren con paciencia el continuo bombardeo de mis palabras.

Hace unos días Felipe Zayas escribía sobre la importancia de los comentarios en los blogs de aula. Comparto su reflexión: cada comentario que se ha recibido en los Secretos de personas ajenas al grupo ha sido recibido con mucho cariño y ha contribuido a elevar la autoestima de los alumnos (y profesores) además de añadir valor a su trabajo. Ese paso de herramienta de trabajo a medio de comunicación ha sido muy gratificante.

Los comentarios contribuyen a la conversación global, basada en las referencias y vínculos. El tema es candente (aunque no es nuevo), especialmente a partir de la propuesta de código ético para la blogosfera, noticia publicada en prensa y comentada entre otros por Mangas Verdes y Enrique Dans. Personalmente me encuentro más cercana a la posición del primero, aunque pienso que la blogosfera tiene sus propias formas de autorregularse. Probablemente hable desde la ignorancia pues no he tenido que quejarme de ninguno de los comentarios recibidos (sólo alguna publicidad inoportuna que cesó de inmediato). Habrá que seguir el debate con interés.

Mi preocupación, sin embargo, ha ido estos días por otros derroteros, los de seguir los diversos comentarios de los blogs. Cuando se trata de comentarios recibidos en uno de los blogs que administro es sencillo, pues recibo la comunicación inmediatamente en mi cuenta de correo. Intento responder a la mayor brevedad, ya que creo que no me gustaría dejar una pregunta o comentario y que tardaran semanas en contestarme, así que intento no cometer yo misma ese error.

El problema se me plantea con todos esos comentarios que escribo en lugares ajenos. Voy dejando mi rastro por todo blog por el que paso (casi, no tanto). Muchas veces mis comentarios sólo tienen una función fática (imprescindible, creo, saber que alguien te lee). Pero en otras ocasiones realizo preguntas, dejo sugerencias, contesto propuestas, expreso opiniones ...

Para esos casos, la costumbre y la pasión por la RSS me hacía guardar en mi agregador (Bloglines antes, Google Reader ahora) el artículo en cuestión para poder volver más tarde a buscar alguna respuesta en caso necesario. Poco práctico y muy contrario a la filosofía 2.0 de que sea la información la que nos busque y no nosotros los que vayamos a por ella.

Por otra parte, me encantan los servicios como Flickr que facilitan esta conversación. En el panel, hay una opción para leer los comentarios que has hecho, organizados cronológicamente (las repuestas más recientes arriba, como los blogs). Permite establecer conversaciones con fluidez, lo que constituye una de las mejores bazas de Flickr para crear comunidades.

Así que aprovechando estos días de mal tiempo, he estado probando algunas de las herramientas para seguir los comentarios que se dejan por la Red. En concreto, he estado jugando con Commentful, Co.mments y Convo. En los tres casos existe la posibilidad de instalarse un pequeño marcador en el navegador para señalar la página que quieres seguir.

Creo que va a ser la última vez que haga algo así. Me marea probar lo mismo en varios sitios. Así que para ahorrar trabajo a los que todavía no han probado alguno de estos servicios, dejo mi recomendación para Convo.

Sus ventajas:
  • El marcador se instala en la parte inferior de la pantalla lo que le distingue del resto de marcadores que tengo en la barra superior
  • Avisa cuando hay una actualización. Aunque sería deseable que se actualizara con mayor frecuencia ...
  • Si haces un comentario en Flickr, Blogger, Wordpress, normalmente lo detecta y pregunta si quieres seguir las posibles respuestas. En caso de que no lo pregunte, siempre puedes pulsar en la parte inferior el botón correspondiente (add to convo) o realizar el trackback manualmente en la página de Convo.
La principal desventaja: que mi navegador empieza a parecer un árbol de Navidad, con tanto botoncito (blinklist, tumblr ... ) y avisador (gmail, reader, convo) que estoy incorporando últimamente.


Por cierto, si alguien sabe de otra receta mejor, le agradecería que me la explicara en los comentarios ...


La imagen de la "Estela funeraria con dos mujeres" es de Eguiguren en Chiron.

9 comentarios:

Unknown dijo...

Solo te falta twitter!!!
:-)

Unknown dijo...

Por cierto...
¿has probado a estrellar donde comentas con el goooooogle reader?

Ana Ovando dijo...

Estrellar es lo que hacía, pero el agregador se ha convertido en un firmamento nocturno: la noche está estrellada y tiritan, azules, los astros a lo lejos ...

El twitter no me termina de convencer, mi vida es demasiado triste para estar contándola a todo el mundo :-(

Anónimo dijo...

Espero ansioso ver cómo resuelves esos problemas de seguimiento de comentarios.
Tampoco me atrae twitter. No le veo la gracia (de momento). Saludos.

Ana Ovando dijo...

De momento, Convo me parece la mejor opción para seguir los comentarios, Felipe.

Toni Solano dijo...

¿Sabes de algún agregador de feeds de programas seguidores de comentarios en posts con retroenlaces a noticias no marcadas como favoritas en ninguna de sus cuatro líneas progenitoras...? Desde luego, vuelve uno de vacaciones y se da de bruces con la realidad más dura. Malditos caballeros Jedi, ¿por qué no nos dejaron hundirnos en el imperio de la inopia?

Ana Ovando dijo...

Antonio, he leído tu comentario varias veces y no consigo entender lo que preguntas. Si te refieres a si tienen RSS (canal de sindicación) los seguidores de comentarios, la respuesta es afirmativa, pero no lo he probado. Convo avisa de las actualizaciones en la barra inferior del navegador, así que no lo necesito.
Si no es eso lo que preguntas, lo siento, pero estoy un poco espesa de vuelta de viaje.

Toni Solano dijo...

Lo siento de corazón, Ana. La pregunta estaba cargada de ironía y lanzada desde la absoluta desconexión del mundo virtual. Lamento que mi jerigonza te haya hecho perder tiempo. Te debo un café (no virtual)

Anónimo dijo...

quello che stavo cercando, grazie